Cinco veces nominada al Emmy, dos al Globo de Oro y con dos premios del Sindicato de Actores. Pero su mayor éxito pasa por ser una cara perfectamente reconocible en Netflix a pesar de haber dedicado casi toda su carrera a proyectos independientes y, en fin, de haber hecho exactamente lo que ha querido. Además de ser Nicky Nichols en Orange Is the New Black (2013) y Nadia en Muñeca rusa (2019), creada junto a Leslye Headland y Amy Poehler, también dirige la productora Animal Pictures junto a Maya Rudolph. Pero hoy la celebramos recopilando todas las veces en las que nos ha sorprendido delante de cámara ordenando la lista por relevancia y gusto. En fin, que viva Natasha Lyonne.
1. Poker Face (2023)
Charlie Kale, personaje creado por Rian Johnson, de Puñales por la espalda (2019), y con Nora y Lilla Zuckerman de Suits (2011) como showrunners, es hoy el papel más memorable de Natasha Lyonne. Esta camarera que sabe cuándo mienten quienes la rodean, y que lo aprovecha para hacer montones de dinero en el póker y resolver un misterio, ha sido tan aplaudida como nominada (al Emmy como Actriz Protagonista en Comedia, al Premio de la Asociación de Críticos de Televisión), por su contención y buena mezcla cómico-sombría. Además, le permite actuar junto con grandes como Adrien Brody, Ron Perlman y Chloe Sevigny. En definitiva, Poker Face (2023) es un placer.
2. Muñeca rusa (2019)
Esta nueva versión de Atrapado en el tiempo (1993) tiene a Natasha Lyonne por protagonista, co creadora y productora ejecutiva. Delante de cámara es Nadia, una tipa eternamente frustrada que intenta descifrar y romper el círculo vicioso que la lleva a morir una y otra vez. Por el papel fue nominada al Globo de Oro y al Emmy (lo dicho, como Actriz, pero también como productora y guionista). En la segunda temporada de Muñeca rusa (2019), el carácter rimbombante de la trama, con Nadia viajando en el tiempo hasta su nacimiento y reviviendo experiencias con su madre, hace que Lyonne disfrute aún más.
3. But I'm a Cheerleader (2000)
Un clásico para mis queridas lesbianas y bisexuales. En la joya mumblecore de Jamie Babbit, But I'm a Cheerleader (2000), Lyonne se viste las botas de Megan (Natasha Lyonne), una animadora “como Dios manda” que, sin embargo, no puede dejar de pensar en la ropa interior de su compañera Michelle Williams (en su primer papel) mientras se enrolla con su tipiquísimo novio quarterback. Cuando sus padres la mandan a un campamento (terrorífico) para reformarla sexualmente, conocerá a Clea DuVall, que precisamente no la devolverá a los caminos del señor. Humor exageradísimo, colores brillantes y mortecinos al mismo tiempo, en una película nicho que vale la pena ver.
4. Orange Is the New Black (2013)
Una de las habituales puertas de entrada al Lyonne-verso. Basada en la autobiografía de la autora Piper Kerman, Orange Is the New Black (2013) es un culebrón total en una cárcel de mujeres. Natasha Lyonne, “de reparto”, se erigió rápidamente por fan favorite como Nicky, una heroinómana en rehabilitación arrestada tras robar el apartamento de un coleccionista de libros raros y que ahora intenta mejorar su imagen con la ayuda de Red, otra reclusa, su mejor amiga y figura materna. Sarcasmo y desparpajo son dos de las tres patas de su interpretación, siendo la otra la vulnerabilidad. Por el papel, sería otra vez nominada al Emmy.
5. The Immaculate Conception of Little Dizzle (2010)
Esta perla indie, The Immaculate Conception of Little Dizzle (2010), ayuda a atisbar el riesgo que la actriz prefiere en sus papeles. Debut del cineasta surrealista David Russo. Con Lyonne por coprotagonista y hoy que Separación (2022) vuelve a copar titulares, es buen momento para destacar sus paralelismos. En ella, un hombre muy religioso tiene que empezar a trabajar como conserje tras perder su puesto de gerente, de jefe. Sin embargo, pronto descubre que la empresa para la que trabaja, Corsica, es en secreto una tapadera para extraños experimentos que se llevan a cabo con el personal. Raro, ¿verdad? Natasha Lyonne interpreta a Tracy, una investigadora de productos, con un carácter tan seco como particularísimo.
6. Todos dicen I love you (1996)
Aunque Natasha Lyonne empezó como modelo infantil a finales de los 80, y tuvo su debut en Se acabó el pastel (1986), el gran salto a la fama llegaría una década después, en 1996, cuando coprotagonizó Todos dicen I Love You de Woody Allen. Lyonne es D.J., la hija una pareja de ricachones intelectuales de Manhattan (Woody Allen y Goldie Hawn), que están a punto de casar a su hermanastra, Drew Barrymore, con Edward Norton. Muy fuerte, el reparto, pero más los embrollos que se generan al aparecer un hombre-con-pasado (Tim Roth) y un romance inesperado con Julia Roberts. Por fin una película donde Lyonne no hace del personaje más extravagante.
7. Colgados en Beverly Hills (1998)
Uno de sus primeros protagonistas, con sólo catorce años y justo después de Todos dicen I love you (1996); ideal para avivar la nostalgia. Su directora y guionista, Tamara Jenkins, luego fue muy aplaudida por La familia Savages (2007) y Vida privada (2018), hasta convertirse en referente para el indie estadounidense. En Colgados en Beverly Hills, Vivian Abromovitz es una adolescente de una familia judía de clase trabajadora y nómada, dos obstáculos esenciales para “encajar”. Junto con Marisa Tomei y Alan Arkin, su Vivian la consolidaba como gran figura tragicómica, más allá del éxito de Woody Allen.
8. Portlandia (2011)
Uno de los trabajos menos conocidos de Lyonne, quizás por haber sido siempre un programa de cable, o porque la actriz sólo apareció en cinco de sus episodios a partir de 2015. Sin embargo, si vives en una ciudad moderna (cualquiera con un ratio desproporcionado de café de especialidad), tienes que ver esta serie de sketches. Todos los gags de Portlandia (2011) se centran, de una forma u otra, en los estereotipos hipsters por los que la capital de Oregón se ha hecho famosa. Recordamos a Lyonne en los gags de Seaworld y Male Dating App, donde reventaba con comedia la imagen algo bajada a la tierra que solemos atribuirle. Si la tenéis vista, seguid con su aparición en Cake (2019).
9. G.B.F. (2014)
Lyonne en su tramo de los dos mil dieces es una gozadera actoral, plagada de pequeños papeles icónicos. En G.B.F. (Gay Best Friend), como volviendo a los tintes de But I'm a Cheerleader (2000), interpreta a una profesora de instituto, la Sra. Hoegel, que trata de remediar con cariño los excesos de las “chicas malas”. La trama es de puro delirio, con dos adolescentes gays, los mejores amigos Tanner y Brent, que ven cómo la popularidad de Tanner despega cuando sale del armario, porque “tener un mejor amigo gay está de moda”. Si buscáis visionado relax y no demasiado mal envejecido, dadle una oportunidad.
10. El segundo mejor hospital de la galaxia (2024)
Reivindiquemos la faceta como actriz de doblaje de Natasha Lyonne. ¿Os acordáis de la voz de Loretta Geargrinder en Robots (2005)? ¡Yo tampoco! Excusa perfecta para revisitarla. También fue Suzette en Big Mouth (2017) y Smoky Quartz en Steven Universe (2013). Creada por Cirocco Dunlap para Amazon Prime Video, El segundo mejor hospital de la galaxia es una comedia y una mezcla perfecta entre Urgencias (1994) y una odisea sci-fi. Natasha Lyonne es la irritante enfermera Tup, quien apenas soporta la presencia de las médicos protagonistas, la Dra. Sleech (Stephanie Hsu) y la Dra. Klak (Keke Palmer).
¿Dónde puedo ver más películas y series de Natasha Lyonne, además de ‘Poker Face’?
Natasha Lyonne también apareció en American Pie (1999), con unas tremendas gafas de sol en Blade Trinity (2004), dos atracones de nostalgia como pocos, y recientemente nos sorprendió en un pequeñísimo papel en Honey Boy: Un niño Encantador (2019). Echadles un vistazo para complementar este maratón “lyonnero”.
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